Hace unos meses... desde que comenzamos a llevarnos, siempre tuvimos algo de que hablar.Por insignificante que este fuera. Hablamos de cosas generales como: de política, de la sociedad, de religión, del arte, de libros, de música, de cine, de la naturaleza, de cocina, de programas de televisión, de lugares conocidos y otros no tanto, de problemas sociales, de la forma en la que vemos la vida y de lo que pensamos de ella. También tuvimos conversaciones más personales: de la muerte, del miedo, del dolor, de la desepción, de las amistades, de nuestros gustos, de nuestros disgustos, de tus escritos, de mis escritos, de nuestras metas, de nuestros sueños, de nuestros fracasos, de tú vida, de mi vida, de lo que haríamos una vez que se terminará el semestre, del amor y el desamor...
Sin embargo tampoco se quedan atrás esas conversaciones que aunque sonaban como si no tuvieran sentido, disfruté en compañia; Cuando surgían los chistes cortos, las bromas inesperadas, las risas constantes, los anécdotas diarios, las vagancias eternas...
Tanto nos contamos una vez... y ahora nos hemos quedado mudos.
Nos hemos quedado sin palabras. No hay más que decir. Es extraño [es el dia, es la noche, es una canción] ¿A que se debe? ¿Así iba a ser? ¿Así tenía que ser? ¿Así debe de ser? ¿Faltará algo por decir? ¿Era lo que querías? ¿Era lo que quería? ¿Se olvido todo? ¿Se recuerda todo? ¿Se deja a un lado todo? ó quizá ya dijimos todo, que ya no nos queda nadamas por decir. Je siempre surge algo nuevo derrepente... Lo dejaste en manos del tiempo, lo dejamos en manos del tiempo.
¿Y que nos ha dado? ¿Qué es ahora? ¿Que soy ahora? ¿Qué eres tú ahora? ¿Qué con el presente? ¿Qué con nuestro presente? ¿Qué fuiste derrepente?
-Acudo a mis escritos y pienso.
-Acudo a mis amigos y pienso.
-Acudo a mi vida y soy.
--Volar despacio por tu cuerpo, hasta el amanecer.
--Las horas son eternas y no existe el dolor.
--There you once where.